Es por todos sabido que los gatos, en medio de esa innumerable concatenación de sonidos que emplean, a veces parecen hablar. Pero ninguno lo hizo con tanto arte delante de una cámara como mi querido Long Johnson:
Y es que a veces algunos gatos pierden la cabeza, no sé si les pasará como a los Doberman que no les cabe el cerebro en el craneo o sus dueños les ponen algo en la leche:
Tal vez, eso que le pongan en la leche sea una planta conocida como Nepeta cataria y que los gatos consumen en la naturaleza, al parecer con el único propósito de pasar un buen rato, como el que se va de setas. Vean este documento que recoge una entripada felina en el parque:
Otros por el contrario, a diferencia de esa escoria drogadicta, son la personificación de la astucia y la elegancia:
Pero cuidado, como todos sabemos, algunos tienen muy malas pulgas: